jueves, 9 de octubre de 2014

EL DOMINIO DE LAS TINIEBLAS O LA LUZ


"Y VIO DIOS QUE LA LUZ ERA BUENA; Y SEPARO DIOS LA LUZ DE LAS TINIEBLAS".(Gn.1:4)

Derivado del verso anterior podemos pensar que en un momento dado se puede encontrar a las tinieblas mezcladas con la luz.De allí que en los hijos de Dios (cristianos), pueden tener áreas "oscuras" dominadas por el diablo. 

Notemos que la senda del justo es como la luz de la aurora (Prov.4:18), lo cual quiere decir que mientras llega al zenit aún no es plena y proyecta sombras (áreas de tinieblas).

Relacionadas con el dominio de la luz o las tinieblas en nosotros, debemos revisar las siguientes situaciones:

1.             El diablo fue echado a las tinieblas:

Dios aún no ha aniquilado al diablo, solamente lo echó de la luz, entregándolo a fosos de tinieblas reservados para juicio (1a.P.2:4), siendo las tinieblas para él un lugar de donde tampoco puede escapar (Job.15:30).

2.             El diablo ha hecho de las tinieblas su "dominio":

De esa manera, Dios permitió al diablo habitar en las regiones de tinieblas.De allí que cualquier área oscura que tengamos es un lugar donde se puede albergar demonios.Las tinieblas son una especie de región y estado espiritual donde el mal se mueve, un dominio del mal que causa ceguera a sus cautivos (1a.Jn.2:9-11).

3.             Del dominio de las tinieblas al reino de la luz:

Cuando nos convertimos a Cristo, somos sacados del dominio de las tinieblas y llevados a la Luz admirable de su Hijo amado (1a.P.2:9), Cristo Jesús.Esto es un primer traslado, de las tinieblas a la luz (Col.1:13).

Notamos que andábamos en tinieblas (Is.9:2), esto es muertos en nuestros delitos y pecados, viviendo de acuerdo al espíritu que gobierna en los hijos de desobediencia.

Pero cuando Cristo Jesús nos libera, nuestros ojos ya no tienen tinieblas sino han visto la luz, la Palabra viva de Dios, lámpara a nuestros pies, por lo cual ya no caminamos en tinieblas sino tenemos su Luz (Jn.8:12).

4.             El pecado provoca tinieblas en nosotros:

Cuando pecamos el área que está participando en pecado se oscurece, cuando pecamos perdemos comunión con Dios y permitimos que haya tinieblas en nosotros (1a.Jn.1:5,6; 2:1).Esa área de tinieblas seguramente será un escondedero para un demonio, no es que volvamos en su totalidad al reino tenebroso, solamente se oscurece un área. 

De allí que aquel que aborrece a su hermano (hermanos, hijos de un mismo Padre, es un convertido),permite tinieblas en él, camina en tinieblas y sus ojos han sido cegados por la tinieblas (1a.Jn.2:9-11).Está ciego, habiendo visto la luz.

Cuando las tinieblas nos ha cegado, necesitamos ministración. 

5.             El aumento de las tinieblas es un proceso:

Del punto anterior notamos que habiendo visto la luz, puede caerse en áreas de tinieblas.Esto es un proceso creciente, gradual, que debe ser detenido por el cristiano ante el redarguyimiento del Espíritu Santo.Notemos:

a.             Pecamos y la luz se debilita:

Cuando pecamos la luz se debilita, si nos arrepentimos y ministramos el problema termina, la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado (1a.Jn.1:7), tenemos comunión con la luz.Pero si no cambiamos de actitud,caemos en manos de la iniquidad, somos inicuos, convivientes con las tinieblas, permitimos en nosotros la oscuridad y con ella los habitantes de las tinieblas.

b.             Se inicia las tinieblas:

Cuando damos cabida en nosotros al pecado o a sentimientos que no vienen de Dios, como el orgullo, comienza a haber tinieblas en nosotros.Por ejemplo:Pedro caminó sobre las aguas del mar embravecido (ningún otro Apóstol lo hizo) (Mt.14:28-31);Pedro recibió revelación del Padre sobre la identidad de Jesús como Mesías (Mt.16:17) (sólo Pedro dio la respuesta acertada);luegoel Señor le ofreció las llaves del reino (Mt.16:19) (con ningún otro Apóstol lo hizo).Pedro entonces se "hinchó" (se llenó de orgullo).

Entonces el diablo provoca en Pedro una primer problema. Notemos: lleva a Jesús "aparte" (para que no oyeran los demás, se creía el único) y trata de disuadirlo de ir a la cruz, como resultado Jesús reprende al demonio y a Pedro (Mrc.8:33).Vemos aquí una primera lección que Pedro no aprendió.Necesitaba zarandeo.A la par del debilitamiento de la luz ya había tinieblas en Pedro.

c.             El diablo le es permitido zarandear pero Jesús ruega porque no decaiga la fe:

Con las tinieblas también inició su acción el diablo (ya había donde moverse), tenía permiso de Dios para zarandear a Pedro (Lc.22:31).No es que el Señor quisiera que Pedro se fuera con el diablo, estaba permitiendo trato.

Pedro era un grano de trigo, pero con cáscara todavía, dicho grano de trigo necesitaba ser zarandeado para limpiarse de la basura.Es mas, ese grano de trigo también debía "morir" para dar mucho fruto.

Jesús oró para que no decayera la fe de Pedro (Lc.22:32), porque el permitir el zarandeo del diablo no es con el objeto de destruir el grano, sino solamente quitarle la cascarilla.

Por eso, cuando somos zarandeados y pasamos problemas, muchas veces es para bien (Rm.8:28).

d.             El diablo comienza a tomar dominio:

Pedro orgulloso (ya con tinieblas) se enfrenta a la cohorte y corta la oreja a Malco (Mrc.14:27), luego sigue a Jesús y entra en casa de Caifás y se sienta con los alguaciles (Mt.26:58).Notamos aquí que Pedro no tenía miedo.

Sin embargo ante la pregunta de la "mujer joven" si era de los de Jesús, negó (Mt.26:70), se "endemonió".Pedro no negó por miedo, negó por la influencia que el demonio ya tenía en él.

En ocasiones, cuando ya tenemos tinieblas en nosotros es el diablo quien nos comienza a gobernar, pues aquel que hace el pecado es esclavo del pecado y el esclavo no hace su voluntad, sino la voluntad del que le domina (Jn.8:34).

e.            Al principio la luz no se apaga, solo se debilita:

Notamos que la comparación de Pedro con los que andaban con Jesús, es porque se le parecía a Jesús tuvo que besarlo Judas para distinguirlo de los discípulos (Mrc.14:44-46).Hay mucho parecido entre Jesús y sus discípulos.Y es que Pedro aquí todavía tenía luz, pero ya no dominaba en su área de pecado, el orgullo. 

Notemos: Jesús dijo que todos se escandalizarían de El y le dejarían (Mrc.14:27), - Pedro respondió: yo jamás ..(Mrc.14:29), luego agregó:iría contigo hasta la muerte (Mrc.14:29), lo cual se le cumplió porque era Pedro (grano de trigo) estaba muriendo junto con Jesús.

Pedro estaba dominado por el orgullo.

f.              La luz se sigue debilitando:

Pedro salió al portal (se estaba saliendo de Cristo, la puerta) y otra sirvienta dijo "éste estaba con Jesús el nazareno"(Mt.26:71).Pedro "endemoniado" ahora no sólo niega sino jura:yo no conozco a ese hombre (Mt.26:72).El dominio de las tinieblas estaba aumentando.

Notemos como avanza la oscuridad, ahora el diablo tiene mas dominio, sin embargo a Pedro aún se le miraba la luz por dentro. 

g.             Las tinieblas dominan en Pedro:

Notamos que antes de ésta última negación, Pedro aún tenía luz aunque débil, porque lo distinguían por la forma de hablar (la Palabra aún estaba en Pedro) (Mt.26:73).

Ahora es un grupo de hombres el que le reconoce como seguidor de Jesús.Pero ahora las tinieblas han dominado ya y Pedro no solamente niega y jura conocer a Jesús, también maldice (Mt.26:73).Pedro dominado por las tinieblas había apostatado: "no conozco a ese hombre" (Mt.26:74).

Las tinieblas avanzaron en Pedro en un proceso gradual:

·Primero:negó conocer a Jesús fingiendo que no sabía de que le hablaban (apostató y mintió).

·Segundo:negó conocer a Jesús con juramento (apostató, mintió y juró en falso).

·Tercero:negó conocer a Jesús con juramento y comenzó a maldecir (apostató, mintió, juró en falso y lanzó maldiciones desconociendo a Jesús).

A este momento Pedro era un apóstata, dominado por las tinieblas, la luz se había apagado.

h.             Pedro negó a Jesús y al instante cantó un gallo:

No había terminado de hablar Pedro cuando cantó el gallo cumpliéndose la profecía de Jesús (Lc.22:60).El gallo era tenido como un animal inmundo y aquí figura a espíritus de mal que se encargan de acusarnos cuando hemos caído bajo dominios de tinieblas. 

i.              La luz del mundo iluminó nuevamente a Pedro:

o y Jesús estaban colocados en tal posición que permitía que Pedro y Jesús se vieran.Al terminar de cantar el gallo Jesús acertó a ver a Pedro que también lo miraba.Entonces por los ojos de Pedro entró la luz del mundo -Jesús- (Jn.8:12) y se recordó de la Palabra del Señor (Lc.22:61), dentro de él comenzaba a encenderse nuevamente la luz.

j.              La luz vence a las tinieblas:

Al entrar la Palabra de Dios a Pedro y brillar dentro de él, Pedro recordó las Palabras de Jesús (Lc.22:34) y vio la magnitud de su pecado, si no ¿Por qué no lloró a la primera o segunda vez que negó a Jesús?.O bien, ¿Qué tenía la mirada de Jesús y que cosas se transmitían al verle?, seguramente luz pues El es la luz del mundo (Jn.8:12) y la tinieblas interna de Pedro se disipó.Como resultado:

·Pedro salió del lugar (Lc.22:62), lo cual representa un cambio de actitud abandonando las situaciones que nos hacen pecar y estar bajo el dominio de las tinieblas.

·Lloró amargamente (Lc.22:62), en cuya actitud se hace patente su arrepentimiento genuino por el pecado cometido, la traición contra su maestro y salvador. 

k.             De Pedro "el orgulloso" a Pedro "el humilde":

En las partes anteriores vemos que Pedro padecía de un área de orgullo, la cual fue aprovechada por Satanás para llenarle de tinieblas.Sin embargo, Pedro cayó de su "trono" estrepitosamente al negar a su maestro, con lo cual se despedazó su orgullo, pero no se suicidó como Judas sino que se entristeció y lloró amargamente, con lo cual su arrepentimiento venido de Dios, lo condujo a la vida.

Luego tuvo que soportar el bochorno antes los discípulos pues regresó junto a ellos.

Como resultado de la oración de Jesús en favor de Pedro (Lc.22:32), éste no pereció sino se reincorporó a los discípulos Pero ya no era Pedro el "orgulloso y hábil", sino Pedro el "humilde", cauto para hablar y prometer. Estaba lleno de luz.


 

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