miércoles, 1 de octubre de 2014

El Camino, La Verdad y La Vida

"Yo Soy el camino; y la verdad; y la vida; nadie viene al Padre sino por Mi" (Jn.14:6)

1.             El orden eterno y el perecedero:

                Hay un orden dentro de este sistema, que no le pertenece a éste sistema, el cual no es palpable físicamente.Por ejemplo como cuando pasamos de un ambiente terreno a uno acuático, como un buzo, aunque se sumerja y nade en el agua no es un pez, él no pertenece al agua y tarde o temprano debe salir a su ambiente y respirar. 

                Hay un orden eterno y definitivo que no es el que actualmente vemos, pero cuando venga lo perfecto (eterno), lo incompleto se acabará (1a.Cor.13:10).Ahora vivimos en lo perecedero, lo incompleto, vemos como por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara (1a.Cor.13:12).

2.             La dimensión donde estamos (el mundo) no es la nuestra:

                Jesús oró al Padre para que nos guardara porque la dimensión donde estamos (el mundo) no es la nuestra (Jn.17:14,16). No pidió al Padre que nos sacara de esta dimensión, sino que nos guardara del mal.Jesús tampoco era de aquí, el mismo lo estableció (Jn.17:15,16).

                Sin embargo, aunque esta dimensión no sea la nuestra deberemos responder por nuestras acciones realizadas durante nuestra permanencia en la misma.Daremos cuentas de lo que hicimos mientras estuvimos en el cuerpo. 

3.             El Señor demuestra que el orden del sistema que palpamos actualmente no es el definitivo:

                El Señor vino a demostrar con su presencia en este mundo, sus hechos y sus milagros, que el orden definitivo de los elementos o del sistema que palpamos ahora, no es el que va a ser al final (Heb.10:12).Ej: viene a traer sanidad a personas que de nacimiento fueron cojos, ciegos, sordos o jorobados de varios años;viniendo además a liberar a cautivos del poder del mal (Is.61:1-7).

                Cuando Cristo sanó una mujer jorobada, demostraba que este orden no es el definitivo.Que el orden de estos elementos tangibles actuales no es el que le interesa a El.Nosotros esperamos una nueva tierra y nuevos cielos (2a.P.3:13).Lo que palpamos visiblemente no es la realidad final, ésta se localiza mas allá del sol. 

                Como que Jesús en sí mismo, su persona, su cuerpo, su ser, anuncia la introducción de la dimensión eterna a la de la tierra.El es el portador de la dimensión divina, metiéndose a la dimensión terrena (Jn.1:14).

                Por eso cuando Pilatos habla con Jesús, como que vislumbraba algo diferente, dimensionalmente hablando, en aquel carpintero que se decía ser rey (Mt.27:11), aunque en ese momento no era nada parecido a un rey.

                En el contexto de la conversación entre Pilatos y Jesús, se nota como que Pilatos intuía en El algo mas que un ser humano y se preguntaba ¿Dónde está su reinado?.Cabe preguntar: ¿Conocería Pilatos a Jesús preexistencialmente?; ¿Por qué su mujer le dijo que "ese hombre" era justo? (Mt.27:19).Pilatos buscaba como soltar a Jesús (Lc.23:22).

                Notemos la respuesta de Jesús: "la realeza mía no pertenece al orden éste, si estarealeza mía fuera del orden este mi guardia personal habría luchado para impedir que me entregaran a las autoridades judías. Ahora que la realeza mía no es de aquí" (Jn.18:36,37. B.Schökel-Mateos).

4.             Al haber aceptado a Cristo nos acercamos al Monte Sión: (Heb.12:22-24).

                El Monte Sión es una dimensión eterna, no palpable con nuestros sentidos terrenos actuales, es la ciudad del Dios Vivo, la Jerusalem Celestial, donde hay miríadas de ángeles, la asamblea de los justos e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos.Aquí los sentidos humanos no sirven para nada, es mas ni pueden entrar, lo único útil es la entidad divina que llevamos dentro, El Espíritu Santo, el cual nos da testimonio de que no pertenecemos a este mundo, al actual orden destinado a perecer.

5.             Es necesario buscar las cumbres:

                Para entender es necesario buscar las cumbres, los montes elevados, estados espirituales elevados no tangibles, dónde se está mas cerca de Dios, para poderse entender uno mismo, porque tenemos ya impresa una naturaleza que ni carne ni sangre pueden dar a nadie (Jn.1:13), tenemos una genética que está cambiando, no somos de la tierra, nuestra casa no es aquí.Somos un tipo de ser, el cual ningún padre ni madre terrenos ha podido engendrar ni concebir. 

6.             Bajo el sol todo es vanidad:(Ecl.1:14)

                Todas las obras que se han hecho bajo el sol son vanidad y correr tras el viento (Lit.aflicción de espíritu), todas las cosas en que el hombre se afana sobre la tierra son vanidad y tarde o temprano concluyen (Ecl.2).Aquí se vive en el cuerpo la realidad presente corruptible y perecedera, destinada a dejar lugar a lo eterno y perdurable. 

                Lot de Sodoma no sacó nada (Gn.19:12-16), nosotros de la misma manera de esta dimensión no sacamos nada.Entonces por qué afanarse tanto.Jesús mismo de esta dimensión no se llevó nada, ni su túnica, pues hasta la vestidura del sepulcro (los lienzos, cobertura ministerial) los dejó ordenados para que para que otro los usara.

7.             Los que se saben de allá son felices:

                Los cristianos amargados o decepcionados son aquellos que no han notado, que el Espíritu Santo que en ellos habita es una indicación clarísima que ellos ya no pertenecen al orden actual.

                Los cristianos felices son aquellos que ya han comprendido que el Espíritu Santo de Dios que mora en ellos, es una indicación de Dios que garantiza su naturaleza "de arriba" (Jn.8:23) , por lo cual han despreciado las cosas de "abajo", aquellos que como Abraham han comprendido que son peregrinos (1a.P.2:11) y esperan una patria mejor (Heb.11:13,16).A tales cristianos Dios enriquece porque sus posesiones terrenales no les impedirán llegar a la dimensión eterna. 

8.             Cristo Jesús puerta de entrada a la dimensión del Padre:

                Hay dos órdenes y Cristo Jesús trajo la dimensión divina a la tierra, en El bajó el cielo a la tierra.Ese era el plan original del Padre, que tuvo relación con la dimensión humana en el huerto.Pero como el hombre pecó la puerta se cerró.Ahora con Cristo Jesús (Jn.10:9) la puerta está abierta.

                Bajan espíritus y suben espíritus, y hay demonios y nosotros en medio de esas dos dimensiones, pero si tuviéramos ojos para ver y mente para entender realmente la verdad sobre esa dimensión donde estamos, seríamos los seres mas felices.

Hay tres fases en el Monte de la Transfiguración, Jesús ya pasó por ellas, por eso dijo El:"Yo Soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por Mi" (Jn.14:6).Tres fases, tres tiempos o tres eternidades. 

I.              FASE:YO SOY EL CAMINO (Jesús el carpintero).

1.             Jesús se quiere manifestar, el Padre presenta a su Hijo:

Jesús es el camino, esta fase es para todo el mundo, es el evangelio proclamado a toda criatura, multitudes contactadas por los diferentes medios de evangelización, Jesús se quiere manifestar. 

El Padre presenta a su Hijo como el único camino hacia El.Es laproclamación del amor de Dios para el mundo, el cual se pone a la disposición de todos (plural), con cuyo propósito manifiesta a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que crea en El (se vuelve singular la oportunidad) no se pierda (Jn.3;16)

2.             El evangelio se presenta a muchos pero es recibido sólo por los aprobados en la escuela del Padre:

La exposición del evangelio es a toda criatura, cuando el Cristo expone su mensaje lo hace para todos, pero el rhema (el encuentro personal con El) lo consiguen pocos.Esto es, solamente aquellos que en el camino se enteran que Jesús es el Cristo, para lo cual es necesario que exista en la recóndita memoria espiritual, el conocimiento recibido en la escuela del Padre.

NOTEMOS: "..todo el que ha oído y aprendido del Padre viene a Mi.." (Jn.6:45).Con esto se posibilita que hay quienes oyeron pero no aprendieron del Padre.Estos tampoco llegan a Cristo.

3.             En esta fase con Jesús van todos los discípulos:

En esta primera fase aún no se llega al monte de la transfiguración.Jesús camina acompañado de la muchedumbre de discípulos en dirección al monte.Todos sus discípulos le acompañaban pero ni siquiera había llegado al Monte, iba de camino.

Aquí el que predica no tiene ninguna apariencia de Dios, es reconocible solamente por la fe.En este orden de ideas puede resultar difícil de aceptar la existencia de un orden divino, si nuestros sentidos únicamente observan la realidad terrenal. 

4.             Es una fase de difícil acceso al entendimiento natural:

Esta primera fase es de difícil acceso al entendimiento humano natural, el cual depende de la inteligencia natural (porque hay inteligencia que viene de Dios) y los sentidos corporales literales para entender lo que percibe.

Solamente por medio de la fe se puede entender lo indescriptible, inimaginable, lo tan irreal que resulta para el razonamiento humano, la dimensión divina que hemos comenzado a vivir, al momento de aceptar la propuesta del Padre, de meternos en el Único Camino que conduce hacia El:Jesús, el Cristo.

Por eso es que muchos no reciben el evangelio pues no pueden concebir en su mente la idea de que una entidad, ordenamiento, dimensión de mas allá del sol venga a la tierra.

Cuando el velo del templo se rasgó a la muerte de Jesús, Dios estaba permitiendo al hombre entrar en lo mas santísimo de El por medio del Hijo de Dios (Heb.9:8-14).

Es tan difícil esta etapa que si el Padre no realiza una operación dentro de nosotros, la calidad de mente que tenemos no nos sería útil para ver que en el Jesús de Nazareth esta el Mesías Ungido de Jehová (Jn.6:44).

5.             En el camino el Padre nos revela al Hijo:

Cuando se predica el evangelio el Padre mismo como a Adán nos da vida.Adán estaba en tierra sin vida, la mano del padre lo levanta de la tierra y le da vida (Gn.2:7).Adán es sacado de la tierra y lo ponen en frente de Jehová.Si el Padre no interviene en nuestro favor nosotros no entenderíamos nada. 

Un ejemplo claro es la confesión de Pedro, Jesús preguntó: ¿Quién dice la gente que Soy?Pedro dijo Tú eres el Mesías, el Cristo, el ungido esperado, el Hijo del Altísimo (Mt.16:16).A lo cual Jesús alabó a Pedro, porque no habló a título personal sino que dijo lo que el Padre mismo por el Espíritu le reveló.

Cuando nosotros creímos en Jesús, tuvimos que haber sido por un instante "templo" del Padre para que El, por medio del Espíritu Santo, nos permitiera confesar que Jesús ("el velado", vestido de carpintero), era el Cristo nuestro Salvador.

6.             En el camino el Hijo es revelado en forma creciente:

La revelación de Jesús es creciente, notemos que primero fue reconocido como Mesías por Pedro, el cual tuvo revelación del Padre por el Espíritu (Mt.16:17);luego Jesús da testimonio de Sí confirmando la confesión de Pedro (Mt.16:20); finalmente el Padre mismo habla desde el cielo reconociendo la divinidad de su Hijo (Mt.17:5)

La revelación sobre quienes somos nosotros también es creciente,poco a poco nos van diciendo quienes somos.

7.             En el camino nadie es perfecto:

En la muchedumbre de hermanos que vamos en el camino nadie es perfecto, todos tenemos "áreas de pecado" que entregar y vencer;ya estamos en el camino, pero aún no hemos comenzado a subir al monte, estamos a la par.Entonces no debemos condenarnos ni criticarnos, porque Dios es el único Juez.Pero si debemos reconocer que vamos en el camino y falta todavía (Fil.3:12-14)

8.             El Hijo vino "bajo un velo":

En el camino la naturaleza divina está escondida bajo la naturaleza humana.El Cristo cubierto por un velo que no permite verlo como tal, sino que muestra a Jesús, el carpintero.No se sabía quien era, un misterio (Jn.6:42).Tenía apariencia de hombre por fuera, pero por dentro era la Gloria de Dios que bajó a la tierra.

Por eso interviene el Padre en tal operación, porque aceptar al Cristo de la Gloria es algo que no todos logran, sino sólo las ovejas de su prado.Por eso El dice "pequeño rebaño".

Cuando llegamos a orillas del monte muchos se desligan del camino, comienza la "pendiente" (subir requiere esfuerzo y decisión ), entonces mejor se quedan abajo. 

II.             FASE:YO SOY LA VERDAD (Cristo).

A medida que se avanza siguiendo la ruta trazada por el Hijo de Dios, el grupo se hace selecto.Para entrar a esta fase se requiere ser un continuo visitante de los montes elevados (altos niveles de espiritualidad).Este "discipulado" del Señor ya no es para muchos, pues se ven solamente tres.Notemos:

1.             Jesús se manifiesta para emprender el camino, Cristo es la verdad:

En la primera fase Jesús dice "Yo Soy el Camino", esto es:sígueme (evangelización).La segunda fase ya tiene profundidad, pues dice "Yo Soy la Verdad".El nivel sube va creciendo, ya no es Jesús, es el Cristo de Jehová.Ya no es el carpintero, es el Ungido que bajó del Cielo (Jn.3:13)

2.             Esta fase es estrictamente para discípulos:

Notamos que los discípulos que subieron al monte recibieron una invitación de parte del Señor (Lc.9:28), porque tenían frecuente intimidad con El.Eran los que ponían atención y se interesaban en hablar con Jesús.Por lo tanto recibieron invitación a estar con El en esta situación tan especial.

En Dios no hay acepción de personas, sin embargo Jesús invitó a sus "mejores amigos" a subir al monte, a subir su nivel y vivencia espiritual.Hay oportunidad de desarrollar vínculos estrechos de amistad con el Hijo de Dios, todo depende de cada quien.Entonces el número de participantes se reduce.

En el camino el amor es para todos los que le reciban, hombres de toda raza, lengua y nación; pobres, ricos, cultos e incultos.Entre los anteriores son seleccionados los de mayor amistad e invitados a la intimidad del monte y les confía el Señor sus secretos (Jn.15:15).

3.             Se manifiesta el Cristo resucitado, pero no es aún su máxima gloria:

Esta fase figura la parusía, Jesús se ve diferente pues la apariencia de su rostro cambia (Lc.9:29), es que en esta fase ya no es Jesús (el Camino), sino Cristo (la Verdad).El Hijo de Dios se manifiesta vestido de blanco, resplandeciente, pero su gloria aún no es la que tenía antes del principio de los tiempos (Jn.17:5), todavía no brilla mas que el sol.

Es Jesús resucitado, ya es Cristo, sus discípulos no se atrevían a preguntarle si era El aunque sabían que era El (Jn.21:12).Sin embargo aún no ha alcanzado su nivel pleno de gloria.

4.             El cuerpo mortal se transforma en inmortal, es un alto nivel pero no el máximo a alcanzar:

Los representantes de las tres áreas están ascendiendo a la altura, esto es la integración del cuerpo, el alma y el espíritu, subiendo al encuentro de Cristo para flotar con El en las nubes.

Esto no puede ser con el cuerpo actual corruptible, debemos ser transformados para poder alcanzar la verdad en el monte de la transfiguración.Entonces en un abrir y cerrar de ojos seremos transformados y arrebatados al encuentro del Señor en las nubes (1a.Tes.4:17).

Estos tienen otro nivel que es alto, tienen la verdad, pero no tienen la vida todavía. 

Abajo es la "gloria velada" (El Cristo oculto en un carpintero), arriba es la "gloria manifiesta" (Cristo brillando), aunque no es su gloria en plenitud.De esa manera nosotros también, en el Camino somos "carpinteros" (hijos de Dios no manifiestos),al subir el monte seremos transformados y brillaremos (hijos manifiestos) (1a.Jn.3:1-2).

5.             Jesús se transfiguró, nosotros seremos transformados:

Ahora somos Jesús, tenemos traje de carpintero, pero cuando suene la trompeta (1a.Tes.4:16), los muertos en El resucitarán primero luego los que estemos vivos seremos transformados y llevados a su encuentro en la nubes y estaremos con El. 

6.             El glorioso Cristo se manifestará solamente a sus íntimos:

Jesús resucitado no se manifestó a ningún impío, sino a sus íntimos amigos, aquellos que continuamente compartían con El.Jesús resucitado no buscó a Pilato, Caifás, ni Herodes.Buscó a sus amigos.

El resucitado (el Cristo, la Verdad, la Gloria manifiesta), es sólo para los de El.Notemos: Magdalena (Jn.20:14-16), los discípulos (Jn.20:19), los de Emaús (Lc. 24:13-33), los de la barca (Jn.21:4-7); y se le presentó aproximadamente a 500 (1a.Cor.15:6).

¿Los demás?: se quedaron abajo con los pilatos, los herodes, soldados, demonios.

7.             Los tres que subieron figuran la transformación de nuestro ser integral:

Estos tres subieron (Pedro, Jacobo y Juan):

àJacobo (Santiago): figura de el que tiene que morir, murió como mártir (Hech.12:2), figura de la carne que tiene que morir. 

àPedro: fue corregido por Pablo (Gal.2:11), figura del alma que tiene que ser corregida (Pedro "el corregido"). 

àJuan: figura del espíritu que fue encumbrado al Cielo (Ap.1:19).

III.            FASE: YO SOY LA VIDA (Jesucristo pleno).

" Y esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti el Único Dios Verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado (Jn.17:3)".

Esta fase es el máximo nivel a alcanzar, se tiene la vida verdadera, la vida de Dios.Notemos que:

àAbajo: el camino, el carpintero Jesús.Notemos como Jesús aumenta su gloria, aquí Juan se le inclinaba en el pecho (Jn.13:23)

àEn medio: la verdad, el Mesías, el Cristo.Pero Jesucristo es la unidad entre la humanidad y Dios en la cima del monte, aquí Juan ya no lo toca, esta como anonadado ante lo que sus ojos contemplan (Lc.9:33).Aquí su rostro brilla como el sol.

àArriba: la vida, pero de Dios, gloria plena, cuando Juan lo vio cayó como muerto (Ap.1:17).Notemos que aquí su rostro era como el sol cuando brilla con toda su fuerza

1.             Aquí encontramos a los que el Señor se llevó:

Jesús transfigurado se veía diferente, su aspecto era de excepcional blancura y resplandor.Lo cual permitió que sus tres invitados pudieran ver.La característica de estos es que eran íntimos amigos de El, andaban con El siempre y constantemente le buscaban, figura de aquellos hermanos que participan en todas las actividades de la iglesia y con gozo lo dejan todo por el Señor).A esos se los llevó (proyección del arrebatamiento).Aquellos que no solamente tienen necesidad de El, sino también le buscan. 

2.             En la cima vemos dos grupos:

En la cima no está El sólo, hay otros con El en forma de hombres pero no están en el Cielo, son los mismos de abajo que fueron trasladados.Son los que estuvieron conscientes de que no pertenecían al orden terrenal, Moisés y Elías.Sin embargo también están Juan, Pedro y Jacobo.Esto figura:

àLos arrebatados: Moisés figura del cuerpo que debe morir, Elías figura del alma levantada por fuego (trato) y Jesús el espíritu que alcanzó estatura.Estos hablan y entienden este nivel de gloria.

àLos de la tribulación: Jacobo (cuerpo), Pedro (alma), Juan (espíritu).Estos solamente ven y escuchan. 

Pero ahora la gloria cambia, abajo es una gloria velada, en medio es una gloria manifiesta ya tienen ojos para ver al resucitado.

3.             Aquí es la Epifanía, El se manifestará glorioso al mundo, para recibir honores como Señor:

En esta fase el Señor se manifiesta públicamente al mundo, ya no para salvar a nadie, sino para tomar la tierra y gobernarla (Ap.19:11).

El viene para manifestársele al mundo, no viene predicando salvación, viene como Señor del reino que es suyo, investido de pleno poder (muchas diademas), portador de juicio, espada y guerra, sus vestiduras empapadas en sangre (Ap.19:11).

4.             Hoy es tiempo de doblar rodillas ante El:

Viene como Rey de Reyes y Señor de Señores, en ese momento no quedará rodilla derecha ante El, todas se doblarán ante su incontenible Señorío (Fil.2:11).

Hoy aún es el tiempo de la gracia y la misericordia de Dios, cuando con toda libertad todo el que quiera puede humillarse ante El clamando por misericordia y salvación, con la seguridad que el Cristo Jesús, abogado de un mejor pacto, le otorgará la salvación.

¿Esperaremos hasta la manifestación gloriosa del Señor para doblar nuestras rodilla obligadamente?.Si por propia voluntad ahora doblamos rodilla, ya vamos por la mitad del monte.

5.             Nuestra "ropa" se transfigurará también:

Notemos que no fue la ropa la que se transfiguró primero, sino que tanta era la gloria que irradió el Señor en su transfiguración,que su vestidura se hizo gloriosa también y brilló junto con El. 

Si las vestiduras terrenales del Señor las tomaron los soldados en la crucifixión y los lienzos se quedaron en el sepulcro, Dónde le pusieron al Señor las vestiduras con que se mostró resucitado?

De la misma manera, nuestras vestiduras serán transformadas. 

Ahora nuestra mente no alcanza a entender la dimensión que nos espera, es un choque entre dos dimensiones.Solamente hay que creerlo y esperar en la fe para recibirlo.Tal y como ha quedado escrito:sólo cree y verás la gloria de Dios (Jn.11:40).Dicho en otra forma,cree y verás mi gloria (me verás en plenitud). 

6.             Condiciones para llegar a la cima del monte de la transfiguración:

a.             Quien no busque encumbrarse en los montes (situación espiritual), se va dar cuenta que no pertenecía a la actual dimensión, pero cuando ya sea tarde, y se encuentre sufriendo en gran tribulación. 

b.             El cristiano gozoso y realizado será el que le de permiso a la dimensión de Dios para meterse en su vida.La dimensión de Jehová Dios, Jesucristo Dios y la dimensión del Santo Espíritu Dios, sea hoy en nuestra vida. 

7.             Entonces efectivamente la Verdad nos hará libres:

En esta fase cobra vigencia total la promesa dada por el Señor en cuanto a que "La Verdad nos hará libres".Esto porque cuando estemos en el estado de la verdad, nuestro cuerpo será incorruptible e inmortal, entonces dominaremos el cuerpo.

Aunque no hemos visto a Jesús ahora, veremos su gloria cuando el se manifieste como el sol en toda su fuerza.Por eso Juan no soportó cuando lo introdujeron a la dimensión de la Verdad y cayó como muerto, es porque no estaba transformado.

La transformación es sólo un cambio en nuestra corporeidad, una muda de vestidura de corruptible y mortal a incorruptible y eterna. 

Cuando El aparezca seremos semejantes a El, nos pareceremos a El, aún no somos lo que habremos de ser sino hasta cuando El aparezca (1a.Jn.3:12), estaremos en nuestros propios elementos (dominio de elementos).Hay amor perfecto (1a.Cor.13:13)


 

 

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