Romanos 1:20
Porque las cosas
invisibles de él, su eterno poder y
deidad, se hacen claramente visibles
desde la creación del mundo, siendo
entendidas por medio de las cosas hechas,
de modo que no tienen excusa.
Salmos 19:1
Los cielos cuentan la
gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
¿Has sentido alguna vez la presencia de Dios en una puesta de sol, en una linda flor o hasta en una intensa tormenta?
A veces la gran belleza en la naturaleza o incluso en una verdad moral,
puede ser el vehículo para una palabra directa de Dios.
En la Biblia Dios usó un arco iris como señal de su pacto con Noé
Génesis 9:16.
Estará el arco
en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre
Dios y todo ser viviente, con toda carne
que hay sobre la tierra.
Dios usó el rocío sobre un vellón para ayudar a dirigir a Gedeón.
Jueces 6:36-37.
Y Gedeón dijo a Dios: Si
has de salvar a Israel por mi mano, como
has dicho, he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por
mi mano, como lo has dicho.
Dios hizo que una higuera se secara porque no daba fruto.
Mateo 21:19-21
Y viendo una higuera
cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y
luego se secó la higuera.
Viendo esto los discípulos,
decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?
Y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán;
A las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán;
O habla a la
tierra, y ella te enseñará;
Los peces del mar te lo declararán también.
Números 22:26-31.
Y el ángel de Jehová
pasó más allá, y se puso en una
angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda.
Y viendo el asna al
ángel de Jehová, se echó debajo de
Balaam; y Balaam se enojó y azotó al
asna con un palo.
Entonces Jehová abrió
la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he
hecho, que me has azotado estas tres
veces?
Y Balaam respondió al
asna: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría!
Y el asna dijo a
Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes
hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo
así contigo? Y él respondió: No.
Entonces Jehová abrió
los ojos de Balaam, y vio al ángel de
Jehová que estaba en el camino, y tenía
su espada desnuda en su mano. Y Balaam
hizo reverencia, y se inclinó sobre su
rostro.
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