miércoles, 15 de julio de 2015

Cómo Escuchar A Dios


 
Debemos pedirle al Señor que nos revele su plan para nuestras vidas, y nos ayude a estar preparados y dispuestos para escuchar sus palabras.

Dios diseñó ese plan mucho antes de que naciéramos. Nada en nuestra vida ocurre al azar o por casualidad. Aunque el plan de Dios es el mejor camino, no siempre será el más fácil de transitar.
 

Quizás tendremos que escalar algunas montañas y recorrer diversos valles de sombra, pero si seguimos sus instrucciones, descubriremos las recompensas de vivir en su voluntad. De allí la importancia de escuchar a Dios.

Podemos confiar en que el Señor desea guiarnos, pues ha trazado un plan específico para nosotros.


Proverbios 3:5-6.


Fíate de Jehová de todo tu corazón,  Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos,  Y él enderezará tus veredas.

Reconocer al Señor significa considerar sus palabras, reconocer su poder, confiar en su dirección y seguir sus instrucciones. En todo momento desea guiarnos, pero si no estamos atentos a su voz, no escucharemos sus instrucciones y tomaremos el camino equivocado.
 

Jesús quiere que le escuchemos cuando nos hable.

Marcos 4:1-3.

Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al mar,  y se reunió alrededor de él mucha gente,  tanto que entrando en una barca,  se sentó en ella en el mar;  y toda la gente estaba en tierra junto al mar. Y les enseñaba por parábolas muchas cosas,  y les decía en su doctrina: Oíd:  He aquí,  el sembrador salió a sembrar…

Mientras enseñaba a una gran multitud, Jesús captó su atención al decirles: “Oíd”.


Oír es importante porque nos hace más capaces y enriquece nuestras vidas. Oír nos permite tener una vida social, trabajar, interactuar, comunicarnos e incluso relajarnos. Además, oír correctamente también nos ayuda a estar a salvo, ya que nos advierte de peligros potenciales y nos alerta de las situaciones adversas en que se encuentran los demás.

Oír nos resulta esencial para poder vivir y compartir la vida de manera más plena. Nuestra capacidad de oír nos proporciona una enorme fuente de información. Alguna de esta información es obvia y otra apenas la percibimos pero, combinada, es el puente entre el mundo y el modo en que interactuamos con él.
 

Marcos 4:23-24.
 

Si alguno tiene oídos para oír,  oiga. Les dijo también: Mirad lo que oís;  porque con la medida con que medís,  os será medido,  y aun se os añadirá a vosotros los que oís.

No solo es importante oír, sino también saber comprender  lo que escuchamos
 
Marcos 7:14

Y llamando a sí a toda la multitud,  les dijo: Oídme todos,  y entended:


Cuando Jesús habló con Nicodemo le dijo en Juan 3:3: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Esta frase “de cierto, de cierto te digo”, es usada por Jesús veinticinco veces en el evangelio de Juan. Era la manera que usaba para enfatizar la autoridad que tenían sus palabras y la atención que debíamos brindarle.
                         

El oír la voz de Dios y recibir revelación no es tan fácil como algunos creyentes podrían pensar; muchos de los hijos de Dios le oyen, pero no han aprendido a percibir su voz; la palabra percibir significa: aferrarse, sentir, comprender, entender mentalmente, reconocer, observar o discernir.

 
Aprender a percibir la voz de Dios y ponerla en práctica, es la clave para vivir una vida cristiana exitosa
 

 

¿De Qué Manera Nos Habla Dios Ahora?

 

Sabemos que el Señor se comunicaba con las personas en los tiempos bíblicos, pero también desea hablar personalmente con cada uno de sus hijos hoy. Eso significa que debemos estar atentos.


Dios Nos Habla Por Su Palabra.
 

La manera principal en la que Dios nos habla es por medio de su Palabra. La Biblia no es solo un libro antiguo, sino que es la inerrante e infalible Palabra de Dios. Es al leerla que recibimos su mensaje de manera directa. Todos los demás métodos para escucharle deben ser discernidos por medio de las Sagradas Escrituras, para determinar si en verdad le hemos escuchado.

Al leer la Biblia, ¿alguna vez le ha parecido que algún versículo de la página resalta y es para usted? Cuando esto ocurre, con frecuencia es Dios que nos comunica una verdad y que es en particular para nuestra situación.

 Nunca debemos subestimar el poder de la Escritura como un instrumento de Dios para hablarnos de una manera personal; de hecho, la Biblia es nuestra prueba de fuego para cualquier otro tipo de revelación que sintamos que estamos recibiendo. Si creemos haber oído a Dios, pero lo que oímos contradice la Biblia de alguna manera, podemos estar seguros de que lo que estamos oyendo no es la voz de Dios.

 
Cómo tomar la Biblia

a. Como un abogado, que busca una ley divina para que le vaya bien.

 
Se busca un principio divino para decretar en el mundo espiritual. “Dios me dará más abundantemente de lo que le pido”, esto es una ley. Entonces  tomo este principio y lo manifiesto “Padre yo decreto que lo que te pedí no es lo que viene para mi vida, sino más abundantemente porque acá hay una ley divina que dice que si te pido de corazón y me pongo de acuerdo, todo lo que pida será hecho” Eso es una ley en el mundo espiritual, es una ley de Dios, Él no es hombre para mentir.

 
b. Como un soldado.

 
Que espera recibir órdenes de su capitán. Señor ¿qué tengo que hacer?... No eres una oveja que está para subrayar las promesas: “Jehová es mi pastor, nada me faltará”... “Y separado de ti nada puedo hacer”. No puedes leer la Biblia, como que estás buscando una vendita para tu herida; sino como un soldado que recibe una orden para cumplirla.
 

c. Como un enamorado.

 A quien le escribe su amada. Amas la Palabra, son letras de la persona que más amas y estimas, revelan el corazón de tu amado y su deseo hacia ti. La Biblia es la voz de Dios que te va a dar las leyes para obedecer, y el amor de Dios que brota de tu corazón.

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