Dios
Creador está sobre todo.
No hay ningún ser superior a
él. Él es el Omnipotente, el diseñador, "arquitecto y
constructor" (Hebreos 11:9-16) de todo lo visible e invisible (Colosenses 1:16), el programador supremo, el que ideó el
código de la vida y la composición de la materia. El Hijo, Cristo, identifica a
su Padre celestial como "el único Dios verdadero" (Juan 17:3). En la organización de todas las cosas
conocidas, él está en el pináculo.
Cristo es "la estrella
resplandeciente de la mañana"
-Apocalipsis 22:16; "el Sol de justicia" -Malaquías 4:2).
1. En la organización celestial, Cristo,
el Hijo unigénito de Dios, ocupa el segundo lugar de importancia. Del Hijo
el Padre dice: "Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de
equidad es el cetro de tu reino. Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus
enemigos por estrado de tus pies" (Hebreos 1:8, 13).
2. En aquella organización celestial, Cristo
ha sido "hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más
excelente nombre que ellos" (Hebreos 1:4). Él no está sujeto a los ángeles sino ellos a
él.
También Los Ángeles Están Organizados
-En la organización celestial, después de Cristo
vienen los arcángeles. "Arcángel", es decir, un ángel
que está por encima de otros ángeles, que los dirige, guía, gobierna. ¡También
los ángeles están organizados! No se trata de unos pocos seres sino de "millones
de millones" (Apocalipsis 5:11; Daniel 7:10), y ¡todos están organizados! La
desorganización o anarquía no se toleran en los lugares celestiales. ¿Con qué
lógica pensar que el Creador las tolerara en la tierra?
1. Uno de los arcángeles es identificado por
nombre en Judas 9: "el arcángel Miguel". En "la
gran batalla en el cielo", este mismo arcángel Miguel capitanea los
ángeles que luchan "contra el dragón... y sus ángeles" (Apocalipsis 12:7), Para aquella batalla decisiva, ¡los
ángeles están organizados como ejército! Cualquier ejército, bien sea
celestial, espiritual (la iglesia) o terrenal, sin organización y fuerte
disciplina está condenado a la derrota.
2. "El Señor mismo" vendrá "con
voz de mando, con voz de arcángel" (1 Tesalonicenses 4:16). La "voz de arcángel" es
la de autoridad, poder, dominio, control; es la que impone orden, que demanda obediencia,
que calla voces disidentes, que pone fin a la anarquía y el caos.
En la organización celestial, después de los
arcángeles vienen los demás ángeles. Como ya indicáramos, su número es de "millones
de millones" (Apocalipsis 5:11).
Satanás Se Subleva En
Contra Del Orden.
Satanás y sus ángeles se sublevaron contra la
organización establecida por el Creador.
Consecuencias De la
Rebelión De Satanás
Las consecuencias de su osada rebeldía
fueron trágicas sobremanera. Sufrieron, y siguen sufriendo en la
actualidad, castigos severos, los que compartirán también los seres humanos
que los siguen, cometiendo el mismo error mayúsculo.
Su pecado
se define y su
castigo se describe en Judas 6.
"Y a los ángeles que no guardaron su dignidad,
sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en
prisiones eternas, para el juicio del gran día."
(1)
¿Qué fue su gran pecado?
"Abandonaron
su propia morada." Los lugares celestiales están organizados. Dios
tiene su morada, su templo, su trono; Cristo tiene el suyo. También los ángeles
el suyo -su lugar asignado en la organización celestial, su "morada",
su espacio, su área. Pero, Satanás y sus simpatizantes, no conformes con su
lugar en la organización divina, "abandonaron su propia
morada". Al rebelarse, "no guardaron su dignidad".
¡Perdieron su dignidad por sublevarse!
(2) ¿Qué castigo recibieron?
¡Fueron
echados "en prisiones eternas". Dios "los ha
guardado bajo oscuridad... para el juicio del gran día". "Dios
no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los
entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio" (2 Pedro 2:4).
La influencia de
estos siembra caos y muerte entre los seres humanos que se dejan
engañar, representados por las tres figuras cuyos gestos y movimientos
indican su descenso precipitado hacia las prisiones tenebrosas.) En la "gran
batalla en el cielo", el dragón (Satanás) y sus ángeles lucharon
contra el arcángel Miguel y sus ángeles, "pero no prevalecieron, ni se
halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón...
fue arrojado a la tierra" (Apocalipsis 12:7-17).
Aplicaciones:
(1) ¿Cuántos de nosotros los hombres, mujeres
y jóvenes del presente conocemos el lugar específico que Dios nos ha
asignado en su creación y en su organización?
(2) De los que lo conocen, ¿cuántos están
conformes?
(3) ¿Apreciamos la gravedad de violar la
organización que Dios ha establecida para toda su creación? ¿Despreciarla?
¿Salir de ella? ¿Crear la nuestra en contraposición a la de él?
(4) Si Dios no perdonó a los ángeles su
pecado de abandonar la morada, y, por ende, la organización que él había
preparado, ¿qué del ser humano que persiste hasta el fin de sus días en
rebeldía contra la organización del Creador?
(5) Los grandes males morales, sociales,
emocionales y espirituales que sufre nuestra raza, existen y hacen sus estragos
indecibles, atormentándonos, porque no sabemos, o no queremos, mantener nuestro
lugar asignado en la organización del Creador para el matrimonio, el hogar, la
sociedad y la iglesia.
Al rebelarnos contra el plan de Dios, perdemos
nuestra propia dignidad, tal cual los ángeles caídos, y sin dignidad
caemos inevitablemente en el caos moral y espiritual.
(6) Contento, alegre y en paz es aquel que
conoce su lugar en la creación de Dios, lo entiende, está conforme y actúa en
armonía con él, guardando su dignidad.
Todo le es posible para el que cree en Cristo Jesus señor nuestro
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